Carta de un Cachorro.
Llegó la hora en que me llevan. ¿Qué será de mi vida? ¿A que manos iré a parar?. Bueno, aquí está él...
¿ A donde vamos? ¡Ah, me cargas en tus brazos. Eso esta muy bien. Mucho mejor es sentirme trasportado en el nido de tus brazos y no desolado en un frío y oscuro lugar de encierro.
Este.....no te ofendas, pero....
¿me vas a cuidar, no es cierto?
Sabes que aunque juego mucho, no soy un juguete. Si rompo algo teneme paciencia. Los cachorros somos como los chicos: podemos hacer el mayor destrozo, pero siempre sin maldad.
De ahora en más, de mi, no te podés olvidar, porque seré uno mas en tu familia.
¿Qué voy a comer? Lo que vos me dés. En este tema, de vos dependo, porque eso de dar las sobras, como hacen algunos, no lo vas a tener en cuenta, verdad? ¿ O vos comes bien y le das lo que sobra a tus hijos? No es que quiera compararme, pero ahora paso a ser un miembro mas en tu familia. Porque ¿qué otra cosa, sino eso, es quien compartirá casa, fortuna, parientes, amigos y va a defenderte y darte amor y alegría?
Sabes que mi fidelidad será incondicional y la tuya?
Muchos le dan a sus cachorros solamente la pastilla para las lombrices; ¿asi tu también me tratarás a mi; o te vas a ocupar en serio de mi salud? Pensá que en definitiva, es también la tuya. Si yo estoy sano, todos lo vamos a estar. Y otra cosa, no me llenes de vitaminas o minerales, porque a vos se te ocurrió, o por las dudas. No sabés por ejemplo que mucho calcio me enferma?
Ah. ¿ no lo sabés? Entonces consultá al Veterinario, que para eso él es Profesional.
Al fin llegamos a casa. ¿Habrás entendido algo de todo lo que te dije?
Me acariciás. Me miras. No dejes de hacerlo. Porque buscando en mis ojos, allí mismo en el mar de mis pupilas, encontrarás el idioma ancestral que nos comunica.-
jueves, 19 de abril de 2007
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